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miércoles, 23 de abril de 2008

La construcción europea desde la óptica socialdemócrata;

En respuesta al compañero Bitdrain

La concepción del Estado-Nación tal y como lo conocemos desde la época de las revoluciones liberales, ha cambiado debido a diversos factores sociales, económicos y políticos. El primero de ellos es la Globalización o la mundialiación de la economía y del mercado. Los Estados han perdido relevancia en la capacidad de gestionar y regular las economías nacionales. La figura del Estado, pues, se ha transformado.

Este hecho afecta también de una manera singular a la construcción europea. Pues, puede pensarse que la globalización, ese proceso aparentemente dirigido por y para neoliberales, que elimina fronteras y tasas en pos del librecomercio y a costa de las capacidades keynesianas de regulación y control de las economías nacionales por parte del Estado, podrá acabar paulatinamente con el Estado del Bienestar y con la protección social en Europa, y con estos, con el sueño de lo que llamamos la Europa Social, la Europa de los Ciudadanos. Una Europa que sea un ente supranacional real, con un contenido político claro por encima de lo meramente económico.

Por lo tanto, el enfoque político, que es el que nos interesa, se debe centrar, creo, en el concepto de “ciudadanía europea”, para darle consistencia y fundamento a la Europa que queremos crear desde la política y los parlamentos, no desde los bancos y las bolsas. El eliminar fronteras no va a crear, de por sí, una unidad continental de futuro, ni logrará la cohesión social, humana y económica que todos los socialdemócratas deseamos. Tendrá que ser la acción política la que cumpla estas aspiraciones.

El primer paso para la consolidación de la Europa política es dotar al continente de una Constitución, de un marco legislativo donde queden recogidos los derechos, libertades y obligaciones de los ciudadanos europeos y los objetivos y valores de la propia Unión Europea.

Desde mi punto de vista, la postura a defender es clara: Europa no debe ser solo libertad, tiene que ser Libertad e Igualdad.

Europa, como entidad supranacional, tiene que asumir unos compromisos sociales y laborales que complementen, regulen o corrijan las actuaciones de los diversos Estados. Esto es, crear un Estado del Bienestar Europeo que retome las atribuciones keynesianas en todo el ámbito continental, contrarrestando la tendencia neoliberal de “poner a dieta” al Estado del Bienestar con el fin de adelgazarlo.

Unas políticas sociales y laborales progresistas, el pleno empleo, la educación, el conocimiento y la formación a lo largo de toda la vida, un nuevo desarrollo económico sostenible, el multilateralismo, el diálogo social, la integración social y la ampliación rigurosa de la Unión… todas estas medidas que miradas a través del cristal socialdemócrata, harán de Europa, algo más (mucho más) que un mercado, como algunos pretenden. Europa estaría así, en el centro de nuestra vida cotidiana. Así es como se crearía, bajo mi opinión la ciudadanía europea y la identificación del ciudadano medio con la Unión y la consecuente superación de reticencias nacionalistas, particularistas o identitarias, que nos encaminaría en último término hacia una futura Federación de Naciones con, como has apuntado: superministerios y supraestructuras políticas reguladoras de la economía y del mercado laboral.

En cuanto a si es posible una Europa diversa en lo cultural y en lo religioso: en mi opinión no es solo posible, sino necesario y muy beneficioso. Una ampliación hacia el este y (porqué no) hacia el sur sumando por ejemplo a Turquía, no solo nos enriquecería como conjunto, como comunidad humana, sino que además nos situaría en una situación privilegiada a la hora de afrontar muchos de los grandes retos mundiales. Incluir en la UE a un país de cultura musulmana como es Turquía nos acercaría mucho más a conflictos como el de oriente medio, o el fenómeno del islamismo radical. ¿Una ampliación rigurosa? Sí, eso significa que debe hacerse única y exclusivamente cuando el país candidato cumpla escrupulosamente los Derechos Humanos y los objetivos de la Unión. Una vez ese país cumpla con ellos, ¿por qué no darle cabida entre nosotros?

Como conclusión a todo lo dicho: no sé si las Naciones prescindirán de su soberanía, sinceramente no lo creo. Pese a que los cambios en la concepción de los Estados son profundos, no creo que vayan más allá de lo que nos es imaginable. En cualquier caso, la Unión Europea, como concepto político, debe llenar con su consolidación, el vacío que parece, está dejando la globalización en las naciones europeas actuales.

Creo haber tratado todas las cuestiones acerca de las cuales pedías una reflexión. El debate queda abierto

Un saludo progresista. Alberto Ginel Saúl

2 comentarios:

bitdrain dijo...

Hola amigo,

Todo eso comentas está muy bien y sucederá, no en unos pocos años sino en décadas. No creo que sea bajo el prisma socialista o progresista. De hecho, no quiero que sea así. Europa es muy diversa, no sólo en tendencias políticas, sino sociales y culturales. Europa debe dar cabida a todos, luego ese proceso constitucional debe ser integrador. Eso significa que comunistas, fascistas, liberales, socialistas, socialdemócratas,... todos hemos de sentirnos integrados.

Creo que Europa será un "Estado Superestructura" cuando sepa armonizar los agentes sociales. Eso significa tener una Organización Sindical Europea, unas Juventudes Socialistas Europeas, movimientos de "trabajo social" que no sean identificados como "paises" sino como ciudadanos de la UNION.

Europa será Estado cuando tengas las mismas oportunidades en cada uno de los paises sin importar tu procedencia, que puedas concurrir a una beca en Alemania o Francia en igualdad de condiciones, cuando la Sanidad esté armonizada y no corra de privatización como ocurre en las sociedades anglosajonas, etc... etc...

En definitiva, cuando Europa sea un lugar (ente) para vivir y no una tarta a repartir.

Saludos Alberto.

Anónimo dijo...

Jeunes progressistes,

Je suis tout à fait d'accord avec la vision
d'alberto, en effet, dans un contexte de
mondialisation et d'interdépendance croissante,
nous ne pouvons nous borner à un modèle fermé sur lui
même, et tout changement doit s'opérer dans une echelle
globale, une volonté de changement isolé ne peut
réellement aboutir de nos jours à un quelquonc résultat concret.
Nous nous devons donc de mener une lutte commune, à l'echelle
européene, comme à l'échelle du monde.
Aujourd'hui nous assistons en Europe à la chute de l'Etat providence et à la montée du néolibéralisme...
Cependant, un front de résistance
existe toujours : la gauche plurielle européene.

Ainsi, entre deux choix d'avenir diamètralement opposés,
La gauche se doit de s'imposer face au capitalisme sauvage des ultralibéraux.

L'Europe est l'union de la diversité,selon sa devise.
alors, unissons la gauche plurielle européene comme nous
avons réuni des Etats totalements différents au sein de cette
union.
unissons les partis de la gauche européene.. L'union fait la force..
Mais avant de penser à unir tous ces mouvements pensons déjà
à en finir avec toutes les divisions internes qui règnent notamment en France ou en Italie, où la gauches est incapable de s'unir autour d'idées communes, et où les querelles internes supplantent l'intérêt général.

En espagne, les guerillistas et les reformistes ont su s'unir sous
une même bannières, le résultat, on le connais,... deux victoires
successives de zapatero. Prenons exemple sur nos frères espagnols..

Nous devons donc nous unir au sein des Etats de l'union, mais aussi
au sein de l'union. Sortons de nos divisions internes, sociales et
européenes.


(je répond en français car ma maîtrise de l'espagnol n'est pas parfaite, ... mais je peux comprendre globalement cette langue)



merci. (reponse à l'article d'alberto)